80 proyectiles al día contra Járkov, la gran ciudad rusófona de Ucrania
Las paredes del modesto apartamento retumbaron con fuerza. El estruendo fue brutal. Y entonces, un trozo de techo se derrumbó y empezó el fuego. Nina Verloka había preparado ese día la cena y su hijo y su hermana estaban sentados en la mesa de la cocina. Listos para empezar. Frente a los atónitos y desesperados ojos de Nina, el furioso bombardeo, uno de los muchos ese día en Járkov, mató a ambos e hirió a la mujer, de 41 años. También a otras cuatro personas de su edificio. En un instante, en un pestañeo, Nina lo perdió todo. Acostada en una cama del hospital número 4 de la segunda ciudad de Ucrania, retuerce las manos y muestra en el móvil una fotografía de la jovencísima familia: un adolescente espigado y sonriente y una chica de 19 años de rostro dulce y cabellos claros y lisos que sonríe a la cámara.
En una morgue se apila un millar de cadáveres y ya no quedan bolsas para los cuerpos. Las fuerzas rusas ahondan en la destrucción de la urbe, la más asediada en la guerra después de MariupolLeer más